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martes, 11 de marzo de 2014

Un poema de Natalia Litvinova






El viento tiene que cortar



El pez pronunció tu nombre bajo el agua.
Yo cabalgaba. Quería escapar de lo tatuado en el cuerpo.
Arañé el caballo para galopar más fuerte.
El viento tiene que cortar los tímpanos.
Pero tu nombre resonó.
Como los latidos del tambor en una tribu que espera lluvia.
Como el salpicar del agua cuando el salmón salta
contra la corriente.
Como el chasquido de los dientes del oso
ante la astucia del salmón.

Natalia Litvinova

Todo ajeno.
Vaso Roto, 2013.



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