Hoy todo se agolpa.
Pero, lo que más, mis emociones. Y, entre ellas, mis quebrantos.
Allá van…
Qué hago aquí,
en esta intimidad de brújula,
al este
de un barrio sin futuro.
Qué hago aquí,
imaginándote
sílaba a sílaba,
deletreándote
hueco a hueco.
Debajo de mi insomnio
parece que hace guardia un coche fúnebre.
¡Vaya día! Quizás tendría, pero no debo. Siento ser opaco.
Del libro, Noches Áticas, en e. d. a. libros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario