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martes, 7 de octubre de 2008

El tobogán de mi memoria


Cada vez que vuelvo a ti
noto que mis cimientos se tambalean.

Veinte años atrás
y respiro el aire del tobogán;
el olor de su hoja de latón,
los bancos de piedra,
el laberinto de hierro forjado,
los arriates de magulladuras,
piedras de canto rodado
y castillos de arena.

Hoy nada queda,
corro a buscarte hacia el banco
tu aroma permanece intacto,
a pesar de las dos décadas,
sigo jugando con la brisa.

Asoman los camaleones
con sus trajes de temporada,
corro hacia la fuente
su chorro de agua -hoy- es distinto.

Sé que tarde o temprano
volveré a la plazoleta
en un día de lluvia.

Para entonces,
mi memoria será un tobogán.

(En Cádiz desde Córdoba)

3 comentarios:

Manuel G. Mairena dijo...

bravo, nacho, bravo!
necesito un amigo para el balancín, te apuntas??

Anónimo dijo...

precioso

Anónimo dijo...

soy adolfo