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lunes, 19 de noviembre de 2007

Resaca



Las siete de la mañana,
la almohada a cinco metros de mi cabeza,
en mi boca el sabor a pizza,
mi estómago es una feria.
No consigo ver la ventana,
un platillo volante sobre mi habitación,
cien mil perros ladrando en mi cabeza,
los polvitos mágicos no hacen efecto: maldito ibuprofeno.
Tres océanos en la boca,
un tsunami hacia el cuarto de baño.
No volverá a ocurrir,
hasta que recupere la lucidez,
entonces, volveré a emborracharme.

3 comentarios:

Clifor dijo...

Antes de recuperar la lucidez, viene la autojustificación. El mítico puedo dejarlo cuando quiera. Pero es tarde para dejar nada. Volverás a emborracharte.

Puta realidad dijo...

Me apetecia decirte, que me gusta tu forma de contar las cosas

Un saludo

sergisonic dijo...

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