Quizás
estemos abocados al abismo,
en
cualquier caso es luz oscura.
El
trabajo de cada día,
su
lóbrega rutina.
Las
horas encerradas
simulan
un tiempo que sabemos perdido,
un
tiempo muerto.
El
reloj al que estamos presos
necesita
de un nuevo horario,
un
nuevo día.
Es
hora de olvidar nuestro pasado
en
este instante.
Parteluz.
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