Por las noches frecuento algún suburbio,
siempre el mismo suburbio: pesadilla.
los cuerpos sudan más de lo normal
provocando la deshidratación
pogresiva de todos nuestros sueños.
de todos los veranos, siempre el mismo.
Por las noches frecuento algún suburbio,
siempre el mismo suburbio: pesadilla.
los cuerpos sudan más de lo normal
provocando la deshidratación
pogresiva de todos nuestros sueños.
de todos los veranos, siempre el mismo.
Hoy el sol luce enérgico,
las nubes parecen estar pegadas
a una cartulina.
Mientras la tristeza
es una hilera de silencio
del que brotan vacíos,
el surco permanece en la tierra:
la herida.
La última lágrima de Pavese
comparte con las de Pizarnik y Plath
el dulce sabor de quien elige a la muerte
como compañera de cama
la noche antes de partir:
toda una declaración de amor.