Pisamos sobre antiguas pisadas,
tocamos los árboles que plantaron
nuestros antepasados.
No nos importa, sólo el hoy.
Las antenas transfiguran el paisaje,
nuestros ojos creen que el cielo es azul,
realmente lo creen.
Culpable: el sol.
Una pareja conversa en una terraza,
al mismo tiempo, millones de usuarios
abren sus ventanas en la red.
Decir amor es tan sencillo
como frugal es sentirlo.
Las ruedas de los coches
acarician el alquitrán.
Nuestras manos golpean teclas
a ritmo de latido.
Frío el corazón,
sólo nos quedan las caricias,
tan antiguas como las manos
de los hombres que plantaron
el primer árbol.
Dichosos aquellos
que dieron el primer beso.
Ilustración: Nacho Montoto
3 comentarios:
MUY BUENA NACHO!ADOLFO
Me gusta este fragmento, si, y mucho.
Por cierto todos en algún momento hemos sido dichosos de dar el primer beso, aunque los que le siguieron a éste fueron mejores;-D
Muy, muy, muy bonito, Nacho.
Esperemos que por besos no sea ;)
Saludos.
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