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jueves, 31 de julio de 2008

Por soñar



Y pídele a Dios que nos pille confesados. Tu hija no duerme por las noches. Tiene miedo. Los ángeles no custodian su cama. Cuatro gatos negros protegen su sueño. La sábana. Siempre la sábana. El temor a que tiren de ella. Nuestra estirpe alimentaba a sus hijos con leche condensada. Luego, extrañamente, todos morían cerca del mar. O al menos eso cuentan nuestros mayores. El miedo es un vacío en el estómago. Creer que tienes una enfermedad es una enfermedad. La última vez que pronuncié tu nombre lo hice entre lágrimas. Lucía un sol espléndido. Hacía frío en la calle. El cielo era azul. Y las hojas cubrían las losas del parque. De nada sirvieron los abrazos. Tampoco los gestos de cariño. Todas las noches el mismo sueño. El mismo sueño. Y en ese sueño ya no estabas. Ya no estabas.

Imagen: Tim Burton

1 comentario:

Anónimo dijo...

eres duro eh pero muy buena felicidades hno! es tu santo!abrazos adolfo