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sábado, 6 de febrero de 2010

Telegrafía sin hilos

Una sección del cerebro está gris,
gris ceniza, aparentemente triste: hemisferio austral.
La otra, su homóloga, es un laberinto rosado, rosa chicle,
aparentemente feliz: hemisferio boreal.
Digamos que la emoción es temporal y el dolor frontal.
Entonces, este poema ¿Qué sería este poema?
Acaso, un impulso atravesando mi médula espinal.
Tal vez, simplemente, un breve corte de luz.
El cuerpo calloso que conecta a los suicidas.

2 comentarios:

Gatokiller dijo...

He detectado una rima... mal vamos por ese camino, perfopopeta...

José Ignacio Montoto dijo...

co-lapso!