Páginas

viernes, 15 de enero de 2010

Condena

Al duodécimo bostezo:

ahorcado.

Levitando en el último suspiro,

así procede el reo sentenciado

momentos antes de purificarse.

Entre el cielo y la tierra:

suspendido,

apenas tres latidos de esperanza.

Sobrevivir a la soga es utópico.

No hay comentarios: