Misiles a medianoche.
Un niño llora.
Su madre yace bajo una viga.
Messi marca su tercer gol.
La gente grita.
Gasol encesta su novena canasta.
Obama duerme.
Recibo un mail:
“Quisiera pedirle que aproveche la ocasión
de dirigirse a un público
para expresar solidaridad con el pueblo palestino
y condena de los ataques genocidas de Israel”
De nada sirve.
Siempre actuamos a destiempo.
Misiles en la madrugada.
Años reventando la voz de los palestinos.
Israel, EE.UU ¿qué más da?
El barça gana la eliminatoria.
Los Lakers apuntan al anillo.
Mañana nos levantaremos temprano.
El día esconde un extraño silencio
entre los huesos de aquellos niños.
Frío en la medianoche.
1 comentario:
muy bueno¡¡¡¡
Enhorabuena por el nuevo libro
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