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lunes, 24 de noviembre de 2008

Casi un epitafio


Lo encontraron casi muerto, al borde de la calcinación,
a punto de meterlo dentro de una bolsa de plástico.

Ladrido mudo en la medianoche.

Cuentan que, de sus amigos,

sólo sobrevivió un cangrejo al que,
pasado el verano,

acogió en la pecera del salón de su casa.

Cual ave Fénix,
como estaba escrito,
renació de sus cenizas,
pues no se trataba de un perro cualquiera,
sino del lorquiano perro andaluz.
Fotografía: Jesús Vega

2 comentarios:

Antonio García Villarán dijo...

Que buen poema!
Se trata de un perro ANDALUZ!
BRAVO!
Bonito homenaje.

Maletadelibros dijo...

En la próxima inauguración de El perro deberían salir poemas como este a la palestra...