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martes, 14 de octubre de 2008

Crisis


Supongo que los arcos de herradura

Vaticinaban la dura caída

En la desazón de sus grises brazos

Wall Street, Tokio o Madrid

¿Cariño estás en casa?

Nada importa si hablamos de dinero

Ni la herida ni el beso

Tampoco la caricia

La hierba sólo comparte el color

Dime tú amor mío ¿Dónde quedaron

Los sueños de las estrellas? Barridos

Por una bandera de sangre azul

Las radios apenas sintonizan hoy

La frecuencia de Kiss FM

¿Llegaron tarde los gestos de amor?

Los niños duermen junto a una pared

Sus camas rodeadas de cemento

He ahí nuestro legado

La pesadilla del más triste vuelo:

Yacen en las aceras

Los cuerpos de palomas

En procesión, una a una amortajadas

Son las 12 y 40

El cielo se desploma

Dígitos de agua

Que besan el parqué

Resbala el mundo

Mientras tanto, preparas la comida

Y no sabemos cuánto durará

Esta farsa de números, amor

Tranquila que cada vez queda menos

Mañana es día uno

Y probaré suerte en otra ETT

4 comentarios:

Antonio García Villarán dijo...

Magnífico retrato de la crisis.
Felicidades.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Lleno de empatía y alejado de los tópicos de la cotidianidad; y encima cargado de sensibilidad, este poema. Me pondré relativista para decir simplemente que me encanta.

Un saludo.

Estel Julià dijo...

Nacho,

Me alegra encontrar tu blog y también compartir cartel en el nuevo proyecto de DULCE ARSÉNICO 0.2-NUEVA YORK.

Recibe un saludo,

Estel J.

tournesols dijo...

Pajarillo, si vieras la que montamos el jueves pasado en el Perro, ay!

Bueno, píopío, el martes estoy en Córdoba con los crustáceos, ¿nos veremos?

Muá*