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miércoles, 18 de junio de 2008

Y tendrá sus ojos


La última lágrima de Pavese

comparte con las de Pizarnik y Plath

el dulce sabor de quien elige a la muerte

como compañera de cama

la noche antes de partir:

toda una declaración de amor.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

poema triste ,pero certero y humano,muy bueno .
me encanto el anterio, incluso me daban ganas de continuarlo, muy bueno también.
ps: me encanto el artículo del CÓRDOBAdel viernes pasado.a ver si nos vemos! abrazos hno!adolfo

José Ignacio Montoto dijo...

Un abrazo muy fuerte para ti Adolfo.
Gracias por tus plabras.

Jenny jirones dijo...

Qué bien, gracias por acercarme a los grandes un poco, a veces lo ojos -de tanta virtualidad- se vuelven más blancos y vacíos.
Un besín dende Xixón.