viernes, 7 de junio de 2013
Un poema de Louis Aragon
VUELVE A MÍ LA HABITACIÓN UNA HABITACIÓN QUÉ MÁS DA
QUÉ HABITACIÓN NO
No qué más da sino
Ésta no sé dónde no sé cuándo pero
Ésta en un umbrío hospital en el campo donde los árboles
Ciegan la ventana verdinegros una
Habitación en la que todo es polvo pasado noche nada
Se tiene en pie ni las sillas ni
La consola un velador la alfombra de través
Y la alta cama de edredones desgastados con la colcha blanca
Su cenefa de borlas arrancadas
Cuánto hemos o al menos yo he amado esta
Habitación
Cuándo pues en qué siglo qué año
Idéntico en todo a un reloj inmóvil del que es posible decir la
hora y el minuto mas
Qué siglo qué estación
Acaso es posible saberlo
Tus zapatos junto a un sillón inquietos
La ropa caída por los suelos
Ya nada es más que un murmullo enorme en el límite del ser
Un loco y dulce cansancio al borde del sueño
Alguien habla fuera y eso es el silencio
Tal ves alguna vez pensé tal vez
Volveremos a recordar esta habitación en otro lugar
Qué importa dónde amor mío fuera del mundo
Pensé volveremos a recordar En una ciudad de clamores Al
borde de una playa en la que el mar lentamente muerte
En un país de sol violento en vidrios rojos
En algún lugar de Alemania o en ese país de estatuas
En la linde de los bosques He pensado
Y héteme aquí hoy sintiendo de nuevo la caída
En lo profundo del lecho antiguo de una piedra y muy lejos
El grito
Louis Aragon
Habitaciones
Poema del tiempo que no pasa.
Ediciones Hiperión, 1982.
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