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martes, 11 de junio de 2013

Un poema de Edgar Lee Masters



BERT KESSLER


Herí a un ave en el ala
aunque volaba contra el sol poniente.
Pero nada más sonar el disparo, remontó el vuelo
más alto y más alto entre las astillas de luz dorada,
hasta que, vuelta panza arriba, con las plumas revueltas
y un poco de plumón flotando en torno,
cayó como una plomada sobre la hierba.
Fui hacia ella pisando entre la maleza
hasta que vi una salpicadura de sangre en un tronco cortado
y luego la codorniz, que yacía junto a las raíces podridas.
Alargué la mano y sin que viera zarza alguna,
algo me la pinchó como con un aguijón y me la adormeció.
Entonces, en un segundo, vi a la serpiente cascabel.
abiertos los pliegues de sus ojos amarillos.
la cabeza arqueada, echada hacia atrás sobre los anillos de la piel.
círculos de fango color ceniza
o de hojas de roble que se volvieron blanquecinas bajo
            capas de otras hojas.
Me quedé de pie, como de piedra, mientras ella se encogía
            y desenroscaba,
y cuando comenzó a arrastrarse por detrás del tronco
caí inerte en la hierba.

Edgar Lee Masters

Antología de Spoon River.
Bartleby Editores, 2012.

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